La gran acumulación de algas en las playas de la Ciudad de La Paz ha hecho que investigadores pongan cartas en el asunto, ya que, entre otros efectos, estos organismos marinos pueden ocasionar desde mal olor e incomodidad para los paseantes, hasta el desplazamiento de especies de algas nativas de la región.
En este contexto, Noemí Espinoza Andrade, egresada de Biología Marina de la UABCS, desarrolló un estudio que intenta descubrir la razón por la que estas algas crecen de manera acelerada; así como develar si existe algún factor antropogénico involucrado, es decir, si la acción humana tiene algo que ver con este fenómeno.
El proyecto de esta investigación fue realizado en tres zonas de la bahía: San Juan de la Costa, el Malecón de la ciudad y la playa El Tecolote. Durante las jornadas de trabajo, la universitaria buscó fuentes de nitrógeno 15 (15N) en 5 especies de algas que fueron identificadas en los sitios de estudio.
Lo anterior debido a que el nitrógeno es un compuesto que favorece al crecimiento de estos organismos marinos, ya que al ser absorbido por éstos, “resulta ser un manjar muy nutritivo” indicó Espinoza Andrade.
Dentro de las especies que se lograron identificar se encuentran: Ulva lactuca, ulva rigida, ulva lobata, ulva acantofora y ulva sp, aunque esta última no fue determinada con exactitud de acuerdo con la universitaria.
Dado que la finalidad de la investigación era determinar de dónde procede el 15N que alimenta a estas algas, el estudio se centró en buscar las fuentes por medio de una técnica denominada “señal isotópica”, herramienta de diagnosis de ecosistemas usada para estimar la fuente de nitrógeno y los procesos del ciclo del nitrógeno.
Los resultados del estudio indican que, en el caso de San Juan de la Costa, el nitrógeno se atribuye a la contaminación por aguas residuales, que podrían provenir de alguna actividad minera en la zona o, incluso, de desechos de cultivos de atún y totoaba que se encuentren cercanos.
En el caso del Malecón, según la investigación, esta proliferación de algas puede deberse a las aguas residuales que llegan de la ciudad. Finalmente, en la playa El Tecolote se encontró que existe un menor impacto antropogénico y la presencia de estos organismos marinos se atribuye a procesos naturales.