En este 2016, el Programa Nacional Salas de Lectura cumple sus primeros 21 años, con el funcionamiento de más de 2 mil Salas de Lectura en todo el país, donde las personas, en sus respectivas comunidades, puede acudir a leer y así, socializar el acto mágico de la lectura.
La directora general de Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura, Angélica Vázquez del Mercado, visitó tierras sudcalifornianas y sostuvo productiva reunión con el coordinador de Fomento Editorial Sandino Vázquez y el coordinador de Salas de Lectura en BCS Jorge Briseño , acompañados del subdirector del ISC José Guadalupe Ojeda Aguilar y el director general del Instituto Sudcaliforniano de Cultura Christopher Amador Cervantes.
Vázquez del Mercado destacó que el Programa Nacional Salas de Lectura, que es coordinado por la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura, es el modelo más exitoso para la promoción de la lectura en el país, pues trabaja a través de la creación de espacios de lectura comunitarios, por lo que fue reconocido por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, como un programa modelo para la difusión de la lectura en América Latina.
Angélica Vázquez del Mercado expresó su admiración porque Baja California Sur cuenta con una ley estatal de fomento a la lectura y el libro, positiva y avanzada, que da herramientas efectivas al gobierno del estado y los ayuntamientos para hacer de los sudcalifornianos un pueblo de lectores.
También resaltó que a pesar de que Salas de Lectura es el programa señero en materia de fomento a la lectura, con más de 2 mil salas en todo el país, existen otros 500 espacios más, para garantizar el acceso al libro y que los ciudadanos de a pie, tengan acceso a la lectura y se tropiecen con el libro, como son 12 Centros de Lectura en diferentes estados, Librobicis y Paralibros, los cuales son como “Cuarteles generales” desde los cuales se estimula la lectura.
La representante federal enfatizó que para la apertura de una Sala de Lectura sólo se necesita un mediador quien, de manera voluntaria y luego de tomar el Diplomado para la Profesionalización de Mediadores de Lectura, que da la Universidad Autónoma Metropolitana, recibe un acervo con más de 100 títulos y es el encargado de convocar a sus vecinos para socializar la lectura.
Los principios básicos con los que operan las Salas de Lectura son la hospitalidad y la libertad. Todos son bienvenidos y su funcionamiento y ubicación es totalmente libre. “Pueden estar en un parque, a la vera de un río, tenemos en cementerios, una mediadora que trabaja con los niños y se reúnen en el cementerio y arriba de una tumba empiezan a leer cuentos de terror. El mediador actúa independiente y en libertad, puede hacer este trabajo en un geriátrico, en un centro de reclusión, en un centro de rehabilitación, en un centro hospitalario”.
Sin embargo, para que funcione una Sala de Lectura son necesarios tres elementos: las lecturas, los lectores y el mediador, que es la pieza clave que interviene para que suceda el acto mágico de socializar la lectura, por ello, pueden estar en cualquier parte.
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