EL TRIUNFO DE LA BONANZA ECONÓMICA AL OLVIDO
El Triunfo aquel pueblo que encendió las llamaradas del horno fundidor, el pueblo que se iluminó con alumbrado público, el lugar de descanso de los Ingleses, un pueblo inefable.
El Progreso mining Co. se desbordaba en oro, la bonanza económica se veía en lujos que entonces, eran exclusivos de las grandes capitales. Carrozas elegantes, pianos de todo tipo, candiles que iluminados por velas encendían las hermosas mansiones de los habitantes, durante varias décadas El Triunfo vivió el derroche económico, la modernidad y la elegancia.
Un día todo aquello acabo, durante el huracán de 1918 las minas ya clausuradas se inundaron, con el cese de operaciones aquella vida cosmopolita llego a su fin, con su clausura se fueron los lingotes de oro y plata, el despilfarro, los pianos que con su música inundaban a la población, de aquellos años de gloria solo quedan vestigios aquellas chimeneas imponentes que parecen estar atentas al paso del tiempo.