2023, UN PRIMERO DE MAYO, FALLIDO EN SUDCALIFORNIA.
Por: Armando León Lezama.
Desfilar por costumbre; no es honrar a quienes comenzaron el despertar de la lucha obrera.
Dejar que el mandatario estatal en turno vaya delante de los contingentes, demerita la naturaleza de un día que no es de fiesta y sí, de lucha y protesta.
Acaso si nada quisieron reclamar, pedir, exigir, acusar, porque hay contentillo fugaz con el poder en turno, al menos debió ser un día de luto por quienes en el ayer, desde sus centros de trabajo, desde las calles, ofrendaron hasta la vida por la defensa de la dignidad humana trabajadora.
Se pudo hacer ecos de solidaridad con aquellos que en el presente siguen luchándo, perseverándo en contra de injusticias, corruptelas, explotación laboral, etcétera.
O de plano, le hubierán dado el sentir de un día de NO trabajo, en vez de agraviar a la historia de la lucha obrera.
De mi parte, invoco expresiones de honor para los millones de humanos que no claudicaron, ni claudican en contra del mal patrón y los neoliberales.
El primero de mayo, no era de fiesta; ¡Sí!, de luto.
De la nueva lista de males. Como dice Amadeo Murillo Aguilar: «La robótica, amenaza presente del trabajador».
Y tantos y tantos.
Sé, la mayoría de secretarios generalea, son tránsitorios – lo que dura en tiempo, la vigencia de su membrete -.
Es entre la población, donde deben estar los que piensen como El Centauro del norte:
«Yo, Pancho Villa fuí un hombre leal que el destino trajo al mundo para luchar por el bien de los pobres y que nunca traicionaré ni olvidaré mi deber».
En el año 2023, será su aniversario luctuoso: El 20 de julio de 1923 fue asesinado por 15 hombres en la ciudad de Parral Hidalgo, cuenta la historia.
De los secretarios generales, se espera, no ponderar al patrón, en aniversario histórico, del círculo obreros de México – 1870 -, y sí, defender a sus representados y sus familias, hoy en día.
Y en el aniversario del día del trabajo, apartir de 1913 en México. En tanto, internacionalmente, desde
1889.
