Los que representaron el poder de la minería tóxica en el cabildo de Esthela Ponce, a través de los ex regidores Fausto Álvarez Gámez y Javier Martínez González dejaron sentir su influencia en la gran fiesta del lanzamiento de José Martín Talamantes por el PRI y con el aval de Ricardo Barroso y Narciso Agúndez Montaño, para la alcaldía del municipio de La Paz.

El pretexto fue el cumpleaños del precandidato.

Inicialmente el denominado «Movimiento Tigre» tenía pretenciones por la subdelegación de El Centenario, sin embargo los artífices del Grupo de Politicos más desprestigiados y que encabezan los hermanos Agúndez Montaño, lo convencieron para buscar una postulación vía PRI por todo el territorio del municipio paceño. Y para muestra «un botón».

Los regidores mineros se unieron a la propuesta de hacer el pre destape de José Martín Talamantes en una fiesta realizada el anterior sábado. Para esto y aprovechándose de la ingenuidad de este joven, los Agúndez Montaño le consiguieron el contacto con una agrupación falsa de Los Cadetes de Linares (imitación).

La invitación se hizo a través de Pilar Martínez, una ex funcionaria de la Policía Municipal de La Paz que conoce bien el teje y maneje del bajo mundo (recordar que apenas en Julio del año pasado sicarios asesinaron a su sobrino Carlos en el restaurant El Biskmarcito del malecón). Esta ex funcionaria es bien conocida entre diputados del Congreso del Estado, a quienes ha intentado extorsionar solicitándoles diversas cantidades de dinero supuestamente «para obras sociales».

El fiestonón, donde lo que menos faltó fue cerveza, whisky y tequila (lo de la comida fue secundario), se hizo en un terreno de las calles Abasolo y Nayarit. Hubo buen ambiente al inicio, lo que estropeó el intenso frío de esa noche que provocó que la mayoría de los invitados se retiraran muy temprano, incluyendo los promotores del Grupo Los Cabos, los regidores mineros y Ricardo Barroso Agramont.

Lo de los discursos huecos, llenos de hipocresía no dejaron nada digno de comentar. Lo más destacado fue el boato y ostentación de este festejo que claro, fue hecho para llamar la atención sobre un proyecto político nonato que pensaban iba a prender como pólvora, cuando ha resultado todo lo contrario. «Movimiento Tigre» continúa como ha sido hasta hoy lunes: ¡Un verdadero fracaso!