En el museo de antropología e historia de la ciudad de La Paz se encuentran un gran número de artículos los cuales se preservan; pero los visitantes desconocen la historia que se esconden detrás de estos. 

Según cuentan que después de la revolución mexicana, varías empresas de extracción de perlas mandaron comprar a Mazatlán una serie de máquinas, mangueras a presión y escafandras para los buzos, las cuales habían estado almacenadas desde antes de la revolución hasta principios de 1915 y durante el transporte los engranajes de estas máquinas se descompusieron, sin que los encargados de dieran cuenta de ello a su llegada.

Una vez que estás llegaron al territorio Sur y los buzos comenzaron a utilizarlas muchos de ellos morían en las profundidades por falta de oxígeno, pues este no llegaba hasta la escafandra. 

Según comentan que aquella situación se esclareció poco tiempo después tras una investigación; pero hay quienes dicen, que por aquella época de la revolución mexicana, los veladores de estas empresas de extracción de perlas podían ver en las noches que estás escafandras de movían, o se escuchaban ruidos de auxilio que provenían de su interior.